En mi casa la comemos mucho para el desayuno. A veces en forma de bizcocho y otra en forma de magdalenas. No sabría decir cual dura menos!.
Y no solo de desayuno, también la uso como bizcocho base, al que luego le añado sabor, colorante... Al hijo de mi amiga Vicky, Albarito, le encanta mi bizcocho de pitufos. A mi madre, con unas gotitas de sabor a canela...
Y además, es una de las recetas tradicionales, heredadas de mi madre, y ella de mi abuela... Ellas las miden por tasas, vasos, lo que admita... Yo la he pasado a gramos, aunque he de confesar, que mi tasa es un vaso. Y eso hace que nunca se me olvide, porque uso el truco del 1, 2, 3: 1 vaso...2 vasos... 3 vasos...
Y es tan tradicional, que alrededor de él hay hasta supersticiones y manías varias, relacionadas con la forma de integrar los ingredientes. Por aquí dicen que hay que mover el tenedor siempre hacia el mismo lado. E incluso que lo ideal es que sea en el sentido de las agujas del reloj. Yo lo hago justo al contrario, hacia la izquierda, y queda perfecto... Podeís probarlo todo.
INGREDIENTES:
- 1 sobre de levadura, tipo royal.
- 1 vaso de leche. 200gr.
- 1 vaso de aceite de girasol. 165gr.
- 2 vasos de azúcar. 360gr.
- 3 vasos de harina. 300gr.
- 3 huevos.
ELABORACIÓN:
Encendemos el horno y precalentamos a 180º.
Ponemos todos los ingredientes en un bol, y movemos hasta integrar. Yo uso una batidora con barillas, que lo deja perfecto.
Si le vamos a añadir algún aroma, o colorantes, ahora es cuando tendríamos que hacerlo.
Ponemos papel de horno en el molde que hayamos elegido, y ponemos la masa. Espolvoreamos un poco de azúcar por encima. También podemos poner una nueces, o almendras...
Metemos al horno, 30-35 minutos, 180º.
Dejamos enfríar, y listo!
Bon appetit!
Bsis
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